domingo, 23 de julio de 2017

Una Madrid sin mí

Me gusta pensar, adormecido entre las sábanas, deslizando mi piel en la suavidad, que una Madrid sin mí no sería lo mismo. Mientras la luna me acuna y se van dibujando los sueños mi mente se escapa. Siente que una Madrid sin mí estaría algo más vacía, que nadie escucharía el eco de mi risa, nadie sentiría mis pisadas. No encontrarían mi mirada oculta entre la gente. Una Madrid sin mí perdería su magia, su hechicero entre las sombras, el guardián que vela por todos. Sin mí, Madrid se quedaría sin mis bailes, el latir de todo mi cuerpo. Sin mí no habría aullidos, farolas que se parten y luces explosivas. Sin mí los enormes demonios acecharían a cada esquina, los rosales perderían su hermosura. Sin mí, ¿quién se pararía a mirar los detalles? ¿Quién se quedaría a escuchar su melodía? El césped no tendría quien lo abrace, cada edificio no se sentiría protagonista de una aventura. Sin mí el madroño se queda sin oso, sin la luz que la hace brillar cada día. Me gusta pensar que sin mí, Madrid no es la misma, sería ella pero menos divertida. Y realmente, sin mí Madrid es como siempre ha sido, quizá con alguna risa menos. Sin mí se queda como estaba pero sin mi imaginación cuando la transforma. Madrid sin mí es Madrid con otras pisadas.
Pero, ¿y una Madrid sin ti? Porque una Madrid contigo se llena de arte, sus rosas se vuelven más hermosas. Contigo todo brilla, mucho más que nunca. Madrid se llena de vida. Contigo cada calle escucharía la armonía de nuestras risas y el césped sería testigo de cada caricia. Contigo no hay demonios, son todo hadas y unicornios. Contigo Madrid tiene un guardián guardado, protegido. Toda la magia vuelve, Madrid cantaría de alegría. Contigo las pisadas serían bailes, noches de pura locura. Contigo se oirían nuestros aullidos, el viento se los llevaría consigo. Madrid se hartaría de nuestra miradas, de los besos en cada esquina.
Una Madrid sin mí sería la misma, pero restándole algo de vida. Y conmigo sería Madrid como hasta ahora, preciosa y emotiva. Sin embargo, una Madrid contigo sería una nueva maravilla, se volvería más divertida. El oso y el gato abrazando al madroño. No me imagino una Madrid sin ti, sería una ciudad triste, más que ninguna.

Madrid contigo sería perfecta, así que abraza su bienvenida.

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