Aun recuerdo esa noche. Ese momento idílico que tanto me hace
suspirar y por el que hoy sonrío. Surgió cuando todo parecía perdido, cuando
solo quedaba olvidar. Decidí traspasar la puerta, entrar en la habitación sin
saber que iba a encontrar. Brillaban lucecitas en el suelo y yo no pude evitar
seguirlas. Junto a cada una de las luces había un papel con una palabra escrita
y éstas, al juntarse, formaban una frase. Sin embargo, ni podía ser ni era una
frase cualquiera. Mis oídos quisieron escucharla, mi mente ya la oía. Comenzó a
sonar la melodía. Era esa canción que me enseñaste, esa canción que tanto me
gustaba. Y ya no sonaba en mi cabeza, realmente sonaba. Me giré asombrado y ahí
estabas, sonriendo con tu media sonrisa. Te acercaste a mí despacio y me
miraste, sin pronunciar palabra alguna. Podría decir que casi se paró el tiempo,
contigo siempre lo hace. Y me cogiste de la mano, rompiendo el silencio susurrando
un "vamos". Tu roce activó mi cuerpo, tu firmeza me dio fuerza.
Siempre te seguiría donde fuera. Salimos a la calle, juntos paso a paso. Casi
no sentía frío, solo podía alegrarme por tenerte cerca. Y nos enorgullecimos de
nuestro "pecado", daba igual quien mirase, tú preferías no soltarme. Recuerdo
que me sudaban las manos, hice amago de secármelas y tú me lo impediste, no
querías perder contacto. Y te mantenías a mi izquierda, siempre a mi izquierda,
como si temieses alejarte del corazón que, alocado, palpitaba. Seguimos
caminando, calle arriba, calle abajo. No importaba nada más, solos tú y yo bajo
la noche estrellada. Te miraba de reojo, todo el rato sonreías. Y no es que yo
no lo hiciese, que lo hacía, pero me animaba demasiado verte así. Pude apreciar
que eras feliz, que por fin nada parecía preocuparte, que reías más que nunca.
Y casi con lágrimas en los ojos, lleno de felicidad, no pude evitar decir:
"Ha tardado tanto tiempo en llegar... tanto, tanto tiempo... Pero por fin
ha llegado."
No es que acabe aquí el momento, seguramente fue mucho más,
pero ya tocaba despertar. Y sin abrir los ojos me di cuenta que había sido un
sueño, que no solo no había pasado, sino que no iba a pasar. Y aunque debería
haber llorando, aunque quizá me dolió la realidad, no pude evitar quedarme en
la cama sonriendo. Me había sentido tan lleno, tan pleno, que tuve que quedarme
tumbado a recordar, a guardar cada detalle. Aunque tarde, por fin había soñado
contigo, y tener este recuerdo me completaba un poco más.
Debo añadir que también me hizo reflexionar, aun sin querer
me haces mejor, me haces aprender y madurar. Y es que por fin descubrí que el
amor no se sella con un beso como dicen los cuentos, el amor se sella con un
"lazo". Algo que no es físico, pero por lo que sea une, algo que
enlaza dos manos, dos almas, dos corazones. Ya no me arrepiento del pasado, ya
no pienso en aquel beso que no conseguí darte, pues no era el momento, ni si
quiera era necesario. De alguna forma tenemos un lazo, siempre nos mantendrá
unidos. Y sí, no es el lazo que yo buscaba, no es el lazo que yo quería, pero
he de admitir que es un lazo que me llena, que me hace feliz y que con él me
basta. Ahora entiendo que no hace falta el amor que todos conocemos para estar
completo. Que estoy rodeado de las mejores personas y tú siempre serás una de
ellas. Y que por ello, simplemente, te quiero.
Baby,
It's been a long time coming.
Such a long, long time.
Precioso ^^ tienes una new follower !
ResponderEliminarMuchas gracias ^^
Eliminar